ROMA - Las fallidas piruetas de un funambulista sin talento



Por el Maestro Antonio Chavanel.

"El público nunca se equivoca"
 -Adolph Zuckor. 


¿En dónde comienza y en dónde termina la labor de un crítico? ¿Comienza o finaliza cuando llegamos al adjetivo calificativo indicado? Yo no lo sé. Es un misterio. Pero de lo que me precio de saber, es de cine. Y no del cine industrial del que se alimentan las masas. No. Me precio de saber de BUEN CINE. Así con mayúsculas. 

Mi experiencia como productor ha sido fundamental para atreverme a escribir una crítica. No como en estos tiempos, en que cualquiera opina. Cualquiera es crítico. Pero, es que, ¿acaso la opinión del público no es relevante? Déjeme responder a esa pregunta de modo simple: NO. Zuckor, a quien cito en el encabezado, se equivocó. La opinión del público NO es relevante. ¿A usted le interesa de verdad la opinión de cualquier Juan sin el ojo entrenado para la apreciación cinematográfica? Y como el lector viene a este espacio a leer una CRÍTICA (que no una simplona "opinión"), es justo eso lo que le entrego a usted, quien confío, tiene un profundo amor por el séptimo arte, tanto que así de profundo es el desprecio que siente (sentimos) por todo aquello que busque jugar con nuestras emociones de manera inadecuada, pervirtiendo el sagrado arte cinematográfico y pergeñando mamotretos infumables e insufribles. Es el caso de la "película" de la que en este momento escribo: "Roma". Falsa y engañosa desde el título. Desde mi punto de vista, debió llamarse "La vida de una sirvienta". ¿A qué viene la comparación con tan bella ciudad? Para mí es un misterio. Pero lo malo no para ahí. En pleno siglo XXI, donde la modernidad es el lenguaje común de nuestros días, aún para los que ya atravesamos la barrera de los 50 años, Alfredo Cuaron nos presenta este bodrio infame ¡en blanco y negro! Un insulto a la inteligencia. Por favor, alguien avísele al señor Cuaron que el technicolor ya se inventó desde hace DÉCADAS. ¿O es que así están de atrasados en México? Mis visitas a ese país me dejaron otra impresión. Sendos paseos por una ciudad llamada "Polanco" me permitieron ver un México de primer mundo. Triunfador. ¿A qué vienen entonces los decorados lodosos, de ciudad marginada que nos presenta el director? Es un misterio para mí. ¿y de qué va este ejercicio sobrevalorado?

En sí, la "película" es una somnífera y soporífera telenovela que nos muestra los enredos amorosos de una sirvienta. Eso es todo. ¿En dónde están las subtramas, los subtextos y contextos? ¿en dónde yace la profundidad, la garra, la víscera, la emoción a flor de piel? Para mí es un misterio. Y hay misterios que no merecen ser develados. Gente fea, una ciudad irreal y fea, playas feas, una historia fea. "Roma" es una invitación al turismo internacional para que no visite México. Pero sabemos que vivimos en tiempos donde la corrección política lo es todo. El señor Armando Cuaron terminará lleno de premios. La "actriz"(?) de la "película" terminará llena de premios. Todos aplauden. Todos ríen felices. El cine ha sido violado una vez más. Felicidades masa acrítica! Revuélcate como cerdo en el chiquero del conformismo artístico.