Los secretos mejor guardados de la farándula mexicana a veces emergen de las sombras, y cuando lo hacen, son tan impactantes que parecen ficción. Sin embargo, en este caso, la realidad supera toda suposición: Mario Bezares, el recién coronado ganador de La Casa de los Famosos y ex compañero de aventuras de Paco Stanley, se ha convertido en el centro de una oscura red de distribución de cocaína en Televisa. Y, en un giro inesperado, fuentes cercanas afirman que entre sus “mejores clientes” se encuentra nada menos que la icónica y polémica Alejandra Guzmán.
A primera vista, Mayito podría parecer un veterano de la televisión intentando recuperar su brillo en la industria. Pero según la información que llegó a mis manos, el comediante no solo estaría reviviendo su carrera frente a las cámaras, sino también en los pasillos de la televisora, con un negocio de alto riesgo y ganancias aún más elevadas. Según confidencias de alguien dentro de la producción (una fuente que, por razones obvias, permanecerá anónima), Mayito ha aprovechado su reciente estatus de celebridad renovada para establecerse como el nuevo proveedor de cocaína en el medio.
“Dicen que siempre está en los camerinos, hablando en voz baja con ciertas personas, y todos sabemos lo que eso significa”, afirma una fuente de confianza. Otro miembro del equipo de producción de Televisa comenta que “el tipo llegó con una actitud de grandeza como si fuera el dueño del lugar, y cuando se va, varios actores y personal se ven mucho más… ‘animados’, si me entiendes”.
Pero quizá lo más alarmante de esta revelación es la mención de Alejandra Guzmán en este círculo turbio. La diva del rock y escándalos, según estas fuentes, ha sido vista en múltiples ocasiones cerca de Mayito, y no precisamente en plan amistoso. “Alejandra aparece, entra y sale del set rápidamente, y cuando está con Mario, la puerta se cierra y nadie entra”, afirma alguien del equipo técnico. “Es un secreto a voces”, agregan, que cada vez que Guzmán se deja ver por Televisa, su visita incluye, además de un saludo rápido a algunos compañeros, una “recarga de energía” facilitada por su nuevo amigo Mario.
Con el tiempo, el negocio de Bezares no se ha limitado a la artista; otros miembros de la farándula y staff de Televisa, en la discreción de los pasillos, han comenzado a llamar a Mayito “el Tony Montana de San Ángel”, entre risas, claro, pero con una pizca de verdad preocupante. Después de todo, ¿qué más se puede esperar de alguien que compartió una época de turbulencias y fama con Paco Stanley, en los días de excesos y excesiva cercanía con el polvo blanco?
Fuentes muy cercanas aseguran que, tras su salida de La Casa de los Famosos, Mayito ha estado “invertido” en hacer crecer su cartera de clientes dentro y fuera de Televisa. Se le ha visto en eventos de la alta sociedad, cenas exclusivas, e incluso en la reciente inauguración de un famoso antro de la Ciudad de México, donde, casualmente, Guzmán también estuvo presente.
Cabe preguntar: ¿qué piensa el público de esta nueva faceta de Mario Bezares? ¿Está la icónica Guzmán tomando decisiones aún más cuestionables en su vida personal, o simplemente los lazos del pasado la han arrastrado a reencontrarse con un “amigo” y sus “servicios”? Al parecer, en Televisa hay quienes disfrutan, y de sobra, de esta nueva “cultura” que Mayito trae bajo la manga.
Los rumores siguen aumentando, pero la investigación no se detiene aquí. Pronto se verá si Mayito puede sacudirse esta nueva sombra que, a juzgar por su comportamiento reciente, ha elegido llevar como una especie de manto. ¿Será el “renacimiento” de Bezares solo la punta del iceberg de un nuevo escándalo en el entretenimiento nacional? Y sobre todo, ¿hasta cuándo veremos a Alejandra y a otros nombres de la farándula seguir en este torbellino que combina fama, vicios y los secretos mejor guardados de la televisión?